31 dic 2016

Las apariencias engañan: Colosos

Cuando mencionamos la palabra "Coloso" en referencia al mundo antiguo acuden a nuestra mente tres ejemplos:




  • El coloso de Rodas

  • La estatua colosal de Nerón 

  • El Coliseo que debe su nombre a esta estatua de Nerón.
Ya en épocas más modernas:


  • El Coloso de Goya

  • El Coloso de los cómics Marvel


Es decir, que cuando hablamos de Coloso imaginamos algo gigante, enorme y de ahí viene nuestra palabra "colosal" para algo gigantesco.

Pero esto es un "engaño" de la historia, por decirlo de alguna forma, porque la palabra Kolosso no tenía este significado cuando se utilizaba por primera vez.

"Kolosso", de dónde viene después Coloso, era una palabra doria que hacía referencia a los ídolos anicónicos, es decir, piezas que tenían forma antropomórficas y zoomórficas que se utilizaban para culto ya en época prehistórica, pero con una representación indeterminada.  

Con el tiempo comenzaron a tener ya una imagen determinada de un dios o de una persona (como es el caso del Ka en Egipto).  Pero, al mismo tiempo se utilizaban los anicónicos que podían ser utilizadas para echar maldiciones o hacer magia blanca y curar enfermedades. Y también eran los exvotos que los fieles dejaban en los santuarios como agradecimiento o como petición al dios.  

Es decir, que los kolossos eran pequeñas estatuillas de apenas unos centímetros.

Con el paso del tiempo se terminó por denominar kolossos a cualquier estatua, sin diferenciar material, ni tamaño ni a quién representase.

Fue con la aparición del Coloso de Rodas, escultura de Cares de Lindos del siglo III a. C., una de las 7 maravillas del mundo antiguo, cuando el significado de esta palabra cambió, y comenzó a utilizarse exclusivamente en las esculturas de grandes dimensiones, es decir, a las estatuas colosales.

Un curioso cambio de significado de una palabra para este fin de año.

¡¡FELIZ ENTRADA EN EL 2017!!


28 dic 2016

2016: ¡¡UN GRAN AÑO!!




Un año de mucho trabajo, de muchos sueños cumplidos y de muchos nuevos sueños.

ESTE AÑO HA SIDO UN GRAN AÑO

¡¡GRACIAS POR SEGUIRME!!

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!!

26 dic 2016

Pequebiblioteca: "La niña mágica" de Virginia Alba



Hay libros que nada más ver la portada sabes que van a ser mágicos.  Hoy traigo a esta sección uno de ellos.  Se trata de "La niña mágica" con texto de Virginia Alba Pagán e ilustraciones de Begoña Fdez-Cañada Vilata, publicado en editorial Babidi-Bú.  

Virginia Alba es licenciada en Filología Hispánica y actualmente profesora de Lengua y Literatura.  Aunque destaca por su obra poética ha querido realizar con esta historia su primera incursión en la novela juvenil.

Begoña Fdez-Cañada es licenciada en Bellas Artes, reputada artista y con esta obra se inicia en el mundo de la ilustración.

El libro que nos traen es una curiosa historia de aventuras donde Ariadna, la niña protagonista, es la heroína.  Este es uno de los primeros motivos que hacen de "La niña mágica" un libro muy especial, aunque cada vez son más las mujeres (una niña en este caso) que son las encargadas de llevar el peso de una historia que hace unos años sería masculina, aún son pocos los autores que se atreven a dar el salto y hacer que ellas sean las fuertes y valerosas salvadoras del mundo.  Ariadna, lo es.   

Pero hay más motivos que hacen de este libro algo mágico.  El nombre de la protagonista ya debería darnos una pista.  "La niña mágica" es uno de esos libros que te explican una historia y dentro de ella hay otras muchas historias, lo especial de este es que esas segundas historias son extraídas de la mitología griega.  Y no es que hagan alusiones a estas sino que las cuenta como tales, con sus protagonistas como Ulises, Orfeo, Eurídice, Teseo...  

Un libro en el que Ariadna es una especie de Ulises que viaja en un mundo mágico lleno de seres mágicos como unicornios, hadas, elfos, sirenas... y que juntos llevan a cabo una tradicional lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad.  La mitología tiene un gran peso, cosa que no voy a desvelar aquí y dejaré que el lector descubra.

Cuando comienzas a leer "La niña mágica", además te das cuenta de algo, que por no haber ojeado el libro antes me tenía un poco desconcertada, y es que hay un cambio de tipografía constante en el texto.  Pero esto tiene un motivo, que de nuevo hace del libro algo especial, y es que al final de la historia se encuentra un "diccionario de recursos literarios" que hacen de esta novelita divertida, entretenida e intrigante una herramienta útil para dar a conocer lo qué son las personificaciones, las metáforas o las comparaciones, por solo citar algunos.

Todo el libro se acompaña de unas ilustraciones dulces, llenas de vivos colores, con mucha luz... con un estilo muy personal, en el que destacan los colores azul, rosa, verde y amarillo, que le da una viveza a la imagen, de trazos rápidos y limpios, desdibujados fondos y primeros planos delimitados con trazos firmes.

Un libro mágico donde se acerca al joven lector a la mitología clásica de forma simple y sutil, lo que lo convierte en una interesante lectura para un primer contacto para conocer las historia de aquellos héroes antiguos, pero también para reconocer, en otras futuras lecturas, el gran peso de la didáctica que tenían los mitos grecolatinos.

Título: "La niña mágica"
Autora: Virginia Alba Pagán
Ilustradora: begoña Fdez-Cañada Vilata
Publicación: Babidi-bú
Edad: a partir de 12 años
Páginas: 153




22 dic 2016

Arqueología en mi Jardín busca patrocinadores




Arqueología en mi Jardín está creciendo y cada vez tiene más visitas es por este motivo que está buscando patrocinadores.  

¡¡No buscamos aportaciones de dinero!! 

¿Tienes una marca y quieres ser patrocinador? Escríbeme y te contaré cómo puedes colaborar: 
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¡¡No hay compromiso ninguno!!

La imagen de Arqueología en mi Jardín está circulando por la red ilegalmente




Hoy tengo que daros una noticia triste.  Por varios medios me he enterado que una de las imágenes de Arqueología en mi Jardín está circulando por las redes y está siendo utilizada en varios lugares.  También se ha distribuido por whatsapp.

Se trata de la imagen que los ilustradores y dibujantes de "El niño que ama la crea de espárragos" diseñaron para el blog hace 5 años. Esta que más arriba cuelgo y a la que he tenido que añadir los (c) para que quede clara la propiedad de la misma. 

Esta imagen es de este blog, propiedad tanto de Arqueología en mi Jardín como de los dibujantes que la realizaron en su momento.  Además de que se trata de una ilustración de la propietaria (yo) de este blog y que me realizaron con mucho cariño los dibujantes.

Así que desde aquí denuncio un caso más de utilización de una imagen sin consentimiento de los autores ni de la propietaria de la misma (yo).

Es muy triste tener que comenzar así las fiestas navideñas, pero esta clase de usurpaciones hay que denunciarlas.  

Así que ya sabéis, si véis esta imagen utilizada en algún lugar, tiene dueños.  GRACIAS.


19 dic 2016

Las carreras de cuadrigas de Ben Hur

El nuevo libro de Fernando Lillo "Hijos de Ben-Hur.  Las carreras del circo en la antigua Roma", ed. Evohé, colección Didaska, es el culpable de esta nueva entrada del blog.  No diré nada del libro aquí por ahora, solo que el último capítulo ha sido genial ya que desconocía muchas de las anécdotas que cuenta acerca de las películas que llevan carreras de carros romanas en el circo.  No voy a contaros lo que dice Fernando Lillo, para eso tendréis que comprar el libro, pero voy a dedicar esta entrada a la carrera de cuadrigas, no para comparar entre ellas, ya que las comparaciones, como bien dicen son odiosas, sino para hacer un ejercicio de reconocimiento (o no) con una carrera de cuadrigas como realmente eran según una fuente contemporánea.

Como todos bien sabéis la película "Ben-Hur" se basa en una novela que porta el mismo título.  Fue escrita por Lewis Wallace, un militar americano y se publicó en 1880.  Aquí podéis descargar los capítulos que se refieren a la carrera en la novela.

La primera vez que la novela fue adaptada para servir de diversión a espectadores no fue en el cine, sino en el teatro.  Fue estrenada en Broadway en 1899.  ¿Alguien puede imaginarse la famosa carrera de cuadrigas en un escenario?  A me cuesta un poco, la verdad.



Ya en la gran pantalla, la primera vez que se proyectó fue en 1907.  La película estuvo dirigida por Sydney Olcott.  La película es muy curiosa y eso de que sea muda y con muy poca definición la hace un poco siniestra:






La Ben Hur siguiente se estrenó en 1925 y si tengo que decir la verdad es la carrera de cuadrigas más espectacular que he visto, mucho mucho más que la que se ha ganado la fama y que se estrenó en 1959.




La más famosa carrera de cuadrigas es la de Ben Hur de 1959, protagonizada por un incomparable Charlton Heston.




Y por último la más controvertida de todas.  Para mi una de las más espectaculares, aunque la de 1959 sigue siendo mi favorita, aquí la de Ben Hur de 2016:



Pero ¿Como era una verdadera carrera de cuadrigas romana?  Los textos de autores clásicos, como siempre, tienen la respuesta.  Silio Itálico del siglo I-II dC nos lo cuenta en su obra "La Guerra Púnica".

"Ya había llegado el día fijado, el campo resonaba con una innumerable multitud y el general, con  lágrimas en los ojos, presidía el simulado cortejo fúnebre según el ritual. Cada ibero, cada soldado que sirve a las órdenes del Lacio, entrega sus presentes para depositarlos sobre las ardientes piras. El propio Escipión, sosteniendo bien leche o bien copas rebosantes del sagrado Lieo, esparce aromáticas flores por los altares. Invoca luego a sus manes, llorando canta las glorias de ambos héroes y ensalza las gestas de los difuntos.


Regresa después al circo y ordena que comience la primera prueba, que dispone que sea la veloz carrera de caballos. Aún no estaban abiertos los cajones y, con el mismo estruendo y la misma furia de las olas del mar, se agita la muchedumbre de impacientes seguidores; tienen los ojos clavados en las puertas y en la línea de salida de los caballos.

Y, cuando, dada la señal, los cerrojos resonaron y, de entre todos los cascos, apenas se distinguió la primera pezuña, al cielo se elevo un clamor como un violento torbellino. Inclinados hacia  adelante como los propios aurigas, todos siguen con la mirada su carro favorito y, a grandes voces, gritan a los caballos que volaban. Retumba el circo con la rivalidad entre los seguidores, el acaloramiento hace perder el juicio a todos. Con sus consignas apremian a los caballos, con sus clamores los gobiernan. Desde la arena de la pista se levanta por los aires una polvareda amarillenta que cubre de una espesa niebla el camino de los corceles y la labor de los aurigas. Enloquece uno alentando a su brioso caballo, otro al jinete, unos animan a los de su misma patria, a otros apasiona el distinguido nombre de una cuadra de solera. A algunos embarga la agradable promesa del animal que soporta por primera vez el yugo en su cuello, otros prefieren la vigorosa vejez de un corcel durante mucho tiempo celebre.
Vuela en cabeza el galaico Lampón, con su veloz carro huye por los aires: recorre al galope una distancia enorme y deja atrás a los vientos. Gritan y rugen entre aplausos y creen que con una salida tan fulminante se ha cumplido gran parte de sus expectativas. Pero aquellos que reflexionan con mayor tino y poseen un conocimiento más profundo del circo reprueban este derroche de fuerzas al principio de la carrera y, de lejos, increpan con inútiles quejas al que castiga a sus animales con un esfuerzo desproporcionado: “¿Adónde vas tan rápido, Cirno, adónde?” (Pues era Cirno el auriga). “Suelta el látigo y sujeta con aplomo las riendas.” Pero ¡ah, hace oídos sordos! Avanza confiado en sus caballos y no tiene en cuenta el terreno que aún le queda por cubrir.

Inmediatamente después, a solo un carro de distancia con respecto al primero pero muy cerca de él, corría el astur Pancates: su blanca frente brillaba, algo que distingue a su raza, lo mismo que las patas, también blancas. De gran fogosidad, sus cuartos no eran largos y su cuerpo tenía poca presencia, pero en aquel momento su brío le daba alas y avanzaba por el campo sin aguantar las riendas. Podría pensarse que crecía en alzada y que sus miembros aumentaban de tamaño. Su guía, Hibero, brillaba radiante con su capa de escarlata cinifia.

En tercer lugar, al mismo nivel que Peloro, corría Cáucaso. Era este un caballo repropio que no gustaba del agradable sonido de las palmadas en su cerviz y disfrutaba mordiendo el hierro metido en su boca hasta arrojar sangre y espuma. Peloro, en cambio, era dócil al freno y más presto a obedecer; nunca se desviaba ni hacía que su carro se bamboleara, sino que, por el interior, por la parte izquierda de la pista, rozaba la meta. Se le reconocía por su enorme cerviz y por la abundante melena que jugueteaba en su cuello. Algo sorprendente de decir, no tenía padre: su madre Harpe lo concibió del primaveral soplo del Cefiro y lo crio en las llanuras vetonas. El noble Durio azuzaba este carro sobre la pista, en tanto que Cáucaso estaba encomendado al viejo auriga Atlas. Provenía este animal de la etolia Tide, fundada por el errante Diomedes. Se le consideraba descendiente de la raza troyana de caballos que el Tidida vencedor sobre Eneas arrebatara con una audacia memorable junto a las aguas del Simois.

Y ya habían cubierto casi la mitad del recorrido y aligeraban su marcha; el brioso Pancates, en su intento por alcanzar al tiro que iba en cabeza, parecía elevarse en alzada y montarse una y otra vez en el carro que tenía delante. Doblando los cascos, con la punta de las pezuñas golpeaba y tropezaba con el carro galaico. Atlas iba el último, pero no menos raudo que el otro que marchaba a la cola, Durio. Podría pensarse que, por mutuo acuerdo, corrían cabeza con cabeza, como si formaran parte del mismo tiro. Cuando Hibero, que iba en segundo lugar, se percató de que los corceles galaicos de Cirno perdían fuerza, que el carro que iba en cabeza no saltaba como antes y que había que forzar una y otra vez a los humeantes caballos fustigándolos con violencia, como una súbita tormenta se lanza desde lo alto de un monte se inclinó el de pronto sobre el cuello de sus corceles y, colgado de sus prominentes cabezas, estimulaba a Pancates, furioso por tirar de las riendas en segundo lugar, y, al tiempo que le azotaba, le decía: “Astur, ¿acaso compitiendo tu va a haber otro que te gane terreno y se lleve la palma? Muévete, vuela, deslízate veloz por la llanura con tus alas como tú sabes. Ya desfallece Lampón, extenuado y con el pecho jadeante; ya le falta el aliento para llevarlo hasta la meta”. Al decirle esto, el corcel se irguió como si enfilara la pista justo al salir de su cajón. Dejó atrás a Cirno, que intentaba cerrarle el paso curvándose hacia el o al menos colocarse a su altura. Ruge el cielo y ruge el circo sacudido por el enorme bullicio de los espectadores. Avanzaba el victorioso Pancates erguido a través del aire, llevando muy elevada su triunfante cerviz y arrastrando tras él a sus compañeros de tiro.

En último lugar, Atlas y Durio se valen de artimañas moviéndose en círculo: ora el uno intenta tomar ventaja por la izquierda, ora el otro lo persigue y trata de adelantarlo por la derecha; y cada cual trata en vano de burlar al otro hasta que Durio, confiado en el vigor de su juventud, vuelve las riendas e, inclinado hacia delante, tuerce su carro, cerrando el paso y volcando el de Atlas. Este, aunque debilitado por su edad, protestaba con razón: “¿Adónde vas? .Que manera tan loca de competir es esta?¿Pretendes que nos matemos todos, nosotros y los caballos?”. Y, al tiempo que le lanza tales reproches, se tira de cabeza desde su carro destrozado y, con él, lamentable espectáculo, caen sus desuncidos corceles por el suelo. Con la pista libre y sabiéndose ganador, Peloro tira de las bridas de sus compañeros y sale disparado en mitad de la arena, dejando atrás a Atlas, que intentaba incorporarse. Y no tardó mucho en alcanzar al extenuado carruaje de Cirno: con su carro ligero sobrepaso a toda velocidad a quien avanzaba ya lentamente y había aprendido demasiado tarde a dominar sus caballos. Los clamores y las voces de aliento empujaban su carro; el corcel pegaba ya su hocico sobre la espalda y los hombros del tembloroso Hibero; en su dorso sentía el auriga como le hostigaban el vapor de su aliento y el calor de sus espumarajos. Durio se precipitó sobre el llano y, con su fusta, imprimió velocidad a los caballos, y no era en vano: parece que se iguala, no, ya se ha igualado por la derecha al carro que le precedía. Abrumado por tamaña esperanza, dice: “Ahora, Peloro, ahora es momento de demostrar que Cefiro es tu padre. Que aprendan los que toman su origen de animales cuanto más distinguido es proceder de una semilla divina. Cuando obtengas la victoria harás ofrendas a tu padre y erigirás altares en su honor”. Y, si no le hubieran traicionado su excesivo éxito y su alegría mezclada de pánico cuando se le escapó la fusta mientras hablaba, tal vez habría consagrado a Cefiro los altares que había prometido. Pero, desdichado, como si una corona hubiese caído de la cabeza del vencedor, volvió su cólera contra sí mismo, se rasgó las doradas vestiduras que cubrían su pecho y esparció lágrimas y lamentos a las estrellas. Al apartar el látigo, su tiro ya no obedecía, y fustigar la grupa con las riendas era un estímulo inútil.

Entre tanto Pancates avanzaba hacia la meta, seguro ya de su victoria, y, con la cabeza erguida, reclamaba el primer premio. Una suave brisa mecía sus crines, que le caían por el cuello y los hombros, al tiempo que alzaba con paso altanero sus ágiles patas y obtenía el triunfo en medio de un gran bullicio.

Todos los participantes reciben el mismo regalo: un hacha cincelada de plata maciza, pero el resto de premios difiere según la posición que cada uno alcanza. El primero se lleva un caballo volador, obsequio muy valioso del rey masilio. El segundo en mérito obtiene dos copas recubiertas de oro del Tajo, procedentes del enorme botín arrebatado a los tirios. La velluda piel de un fiero león y un casco sidonio con su erizado penacho es la recompensa para el tercero. Finalmente, el general mandó llamar a Atlas, el anciano que permanecía en su carruaje aunque estaba hecho pedazos. Compadeciéndose de su edad y su mala fortuna, le ofreció regalos: le entregó un sirviente en la flor de la edad, además de un gorro de cuero propio del país." (310-450).  


Fuente:
Silio Itálico, "La Guerra Púnica", Akal Clásica.  

13 dic 2016

Navidad, esa fiesta macabra de la antigua Roma

Últimamente se ha puesto de moda eso de dejar de celebrar la Navidad para decir que celebramos las Saturnalia que era la Navidad antes de ser Navidad, es decir, antes de que esta fiesta de diciembre romana y pagana fuese cristianizada.

Pero nadie recuerda el origen macabro y oscuro de la Saturnalia, y por lo tanto de la Navidad.  

Voy a copiar, y dejar para que todos pensemos en el asunto unas palabras de E. Cantarella:

"Entre las diversas hipótesis sobre el origen de la fiesta Saturnalia (que se celebraba el 17 de diciembre), Macrobio cuenta la opinión de Varrón según la cual, los pelasgos, expulsados de sus tierras y en busca de una tierra de acogida, siguiendo las indicaciones del oráculo de Dódona llegaron al Lacio, a una isla que surgía en medio del lago de Cutilia, en donde habitaba gente de estirpe siciliana.  Expulsada esta población y asentados en la región, los pelasgos habían levantado  un templo a Dite y un altar a Saturno llamando Saturnalia a la fiesta en honor del dios, además consideraron oportuno durante mucho tiempo tener que sacrificar cabezas humanas a Dite e inmolar hombres a Saturno.  Pues el oráculo había dicho "sacrificad cabezas a Hades y un hombre a su padre".  Pero los ritos originales se habían modificado posteriormente."



FELIZ MACABRA NAVIDAD MUAHAHAHAHAHA.



Fuente: 
CANTARELLA, E. "Los suplicios capitales en Grecia y Roma", ed. Akal.

Foto:
http://www.joblo.com/horror-movies/news/its-the-booze-talkin-i-want-more-original-holiday-horror

10 dic 2016

Las peores series de arqueología de todos los tiempos.

No vamos a negar que el mundo de la arqueología vende así que las series relacionadas con el tema  también, además de vez en cuando se ponen de moda e invaden la pequeña pantalla.  

Yo últimamente estoy viendo algunas de ellas, y lo confieso, estoy enganchada aunque son malísimas....  pero me ayudan a desconectar y a divertirme así que ¿qué más se le puede pedir a una serie? He pensado que igual alguien tiene tan mal gusto como yo a la hora de elegir este tipo de entretenimiento y la lista puede serle de ayuda, e incluso puede aportar alguna que a mi se me escape.  Todas ellas tienen el mismo fallo: BUSCAN EL TESORO y

Esta es mi lista, que he titulado: "las peores series de arqueología de todos los tiempos pero ... qué bien me lo hacen pasar"

"Las aventuras del joven Indiana Jones":  No podemos comenzar una lista como esta sin hacer mención a la serie que surgió tras las películas de Indiana Jones. Su título original en inglés era "The Young Indiana Jones Chronicles", la idea y la producción corrió a cargo de George Lucas, fue emitida en EE.UU. entre los años 1992 y 1996.  A España llegó en 1993 y fue emitida en Antena 3.  Solo constaba de 44 episodios.  Fueron muchos los guionistas, además de Lucas, y directores, que participaron en ella como Carrie Fisher, por no poner aquí toda la lista.

La serie era algo irregular y constó de tres temporadas nada más.  En la primera se emitieron solo 6 capítulos, en la segunda los siguientes hasta 32 y en la última los que restan hasta 44.  En cada uno de ellos el joven Indiana topaba con un personaje o un hecho famoso.



"Almacén 13".  En inglés lleva el título de "Warehouse 13".  Comenzó a emitirse en 2009.  Los protagonistas principales son dos agentes del Servicio Secreto de los Estados Unidos que junto a otros compañeros se encargan de recoger objetos sobrenaturales que luego custodian este ultrasecreto almacén.  La temporada 5, la primera tiene 12 episodios, la segunda y tercera 13, la cuarta 20 y la última solo 6 y son de 2014.

Los protagonistas en cada capítulo se hacen cargo de un objeto histórico-arqueológico que tiene propiedades mágicas peligrosas para el ser humano. Por la pantalla desfilan también personajes históricos como Tesla o H.G.Wells, en una versión algo diferente de la real.

Por cierto, el almacén parece que está basado en el que aparece en "Indiana Jones y el arca de la alianza", que es donde guardan este artefacto, probablemente tenga alguna relación aunque no la dejan clara en ningún momento.


"Veritas, the quest".  A esta serie llegué de rebote porque una de las protagonistas de "cómo conocí a vuestra madre" interpreta a la becaria (Cobie Smulders), otro de los personajes famosos que actúa es  "la momia" de la película del mismo título (Arnold Vosloo).  La serie tiene solo una temporada de 13 episodios y se televisó en EEUU en 2003.  Los protagonistas: un padre arqueólogo y su hijo adolescente, acompañados por una doctoranda, un colega joven y un matón, recorren los pasos de la esposa y madre de los dos primeros, muerta/desaparecida que también era arqueóloga para intentar recuperarla y/o entender que ocurrió en el momento de su desaparición.  


"The Librarians" está actualmente en emisión en España en la cadena "Syfy".  Consta de 3 temporadas, todas ellas de 10 capítulos.  En ella (también hay caras conocidas como la de John Larroquette) los 4 bibliotecarios (uno de ellos es el actor Noah Wyle que algunos recordaremos por "urgencias") se encargan de recoger artefactos mágicos.  Cada uno de los 3 más jóvenes es especial en algo: está el ladrón que es capaz de abrir cualquier puerta o escabullirse de cualquier lugar, la joven que es experta en matemáticas por una enfermedad cerebral y el joven con varios doctorados y carreras especialista en arqueología/historia/arte.  Todos ellos son auxiliados por un vigilante de la biblioteca de cientos de años y por una guardiana que es la que reparte patadas y puñetazos (curioso que fuese una mujer la elegida, ¿verdad?).  Es muy similar a "Warehouse 13" solo que en este caso los cachivaches histórico-arqueológico-mágicos los guardan en la biblioteca que está situada de forma estratégicamente escondida.  Por la serie desfilan también personajes famosos como Shakespeare, Moriarti y  muchos otros.  




"Cazadores de leyendas" que está también en emisión en estos momentos y yo creo que es la más divertida de todas.  Los dos protagonistas son antagonistas: ella inglesa, una Lady, arqueóloga que trabaja para el British Museum, es la ortodoxa del equipo, y él, un buscador de tesoros americano que siempre anda metido en líos de dinero.  Hasta el momento solo llevan emitidos en España unos 6 capítulos de la primera temporada y es de producción inglesa.  En esta la cara famosa la pone Jane Seymur que es la madre de la protagonista y con mucha paciencia.


Seguro que la lista puede ser más larga. Si sabes de alguna que no esté cuéntame y la añado.  

Editado el 11/12/2016:

Gonzalo Castro desde FB me recuerda otra épica y horripilante serie:

"Cazatesoros", en su título original "Relic Hunter", en EE.UU. comenzó a emitirse en 1999 y a España llegó en el 2004 de la mano de Telecinco aunque posteriormente ha sido emitida por otras cadenas.  Tiene tres temporadas, todas ellas de 22 episodios.  Su protagonista es una arqueóloga y profesora de Universidad, la Dra. Fox que junto con su equipo, un becario y una secretaria bastante absurda, buscan artefactos que de nuevo tienen poderes mágicos.  Mientras que la docotra y sus ayudantes buscan los artefactos para llevaros a los museos, los malos (contra los que siempre tienen que luchar) lo hacen por conseguir dinero.  Curiosamente la secretaria de esta serie también aparece en "The librarian" (Lindy Booth).



NOTA: Esta entrada solo pretende hacer una crítica a este tipo de series que nada tienen que ver con la arqueología que todo el mundo debería entender como disciplina de conocimiento.  Lo que he pretendido hacer con esta lista es una crítica sarcástica.  Aunque a mi personalmente me divierta verlas en ningún momento he dicho que sean un buen ejemplo de arqueología ni que sean de calidad, solo son un divertimento más.  Gracias.

8 dic 2016

Festejando a Osiris en la Italia de la antigüedad tardía.

Rutilio Namaciano, escritor galo del siglo IV-V dC, nos dejó el poema De reditu suo ("Sobre su regreso"), del que solo conservamos una parte, y en el que nos cuenta sobre la grandeza, aún presente a esas alturas, de Roma.  

El autor realiza en su poema una descripción el viaje que hizo desde Roma hasta su patria gala.

Lo que aquí nos interesa, por lo curioso del hecho, es la descripción de una festividad, de la que él es testigo a su paso por la población de Falesia, en el golfo de Follonica.  Se trata, como él mismo dice, de una festividad campestre de los habitantes de esta aldea.  Ahora viene lo curioso, y es que se realiza en honor de Osiris.  Recordemos que estamos en una zona de lo que era la antigua etruria en un momento convulso y de grandes cambios por las invasiones bárbaras y los rápidos cambios de poder en el gobierno de Roma.



El poeta dice así:

"La proximidad de Falesia detiene nuestra ya cansada singladura aunque apenas había cubierto Febo la mitad de su camino. Casualmente a la sazón los lugareños, por las encrucijadas de su aldea, andaban entreteniendo alegremente sus ánimos cuitados con festivos sacrificios, pues tal día precisamente resucita Osiris para convertir las fértiles semillas en frutos nuevos."

Una pena no tener más datos al respecto.  Conservamos la fecha (el 21 de noviembre) y que aún (a pesar de tiempos ya cristianos) se hacen sacrificios para favorecer la fertilidad de las semillas que se van a plantar.  Así que curiosamente se adora a un dios egipcio relacionado con la fertilidad aun en el siglo IV-V d.C. y que no había perdido sus atributos de dios de la fecundidad y la regeneración agrícola.

El hecho de que este tipo de festividad perdurase en esta zona, en época cristiana y con esta cronología, es lo que hace al dato algo muy curioso.  

También lo es el hecho de que no le sonase tan extraño al autor como para describir la celebración, quizás porque fuese algo "normal" en la Galia donde los ritos nilóticos eran lo suficientemente comunes como para no resultar interesantes.  Tenemos información sobre ritos isíacos en la zona de Narbona en el mismo periodo.


Fuentes:

Rutilio Namaciano "El Retorno", ed. Gredos.

https://es.wikipedia.org/wiki/Claudio_Rutilio_Namaciano

TORELLI, M. "Historia de los etruscos", ed. Crítica.

TURCAN, R. "Les “cynocéphales” du querolus et leurs possibles sous-entendus", en Kačić, Split, 2009.-2011., 41-43.

3 dic 2016

Unas pocas referencias a las incursiones galas en etruria.

Todos sabemos de aquellos galos que llegaron hasta Roma y la saquearon.  Los autores nos dejaron referencias en sus textos de este hecho de una forma bastante ambigua puesto que Roma había sido una víctima y eso no gustaba al coraje romano.

Cuentan que los galos habían llegado a Chiusi liderados por Breno, el jefe de una de las tribus galas.  Los romanos sabían de él y estaban sobre aviso, así que tenían al ejército preparado al norte de la ciudad.  Pero los romanos fueron derrotados y se desperdigaron.  Los galos, viendo que no había nadie que se lo impidiese llegaron hasta Roma.  La ciudad no estaba defendida por nadie, no había ejército porque había sido reunido para evitar su llegada junto al río Alia.  ¡Incluso las puertas estaban abiertas!  Los galos que creían que todo era una trampa esperaron pacientemente acampados frente a la ciudad, pero al no pasar nada se decidieron  a entrar.  La poca población que aún estaba en la ciudad estaba atrincherada en el Capitolio pero algunos senadores, muy ancianos, decidieron permanecer en sus casas esperando al invasor.  Vestían su toga y estaban esperando en el vestíbulo de sus casas.  Fue un galo el que se encontró con uno de estos viejos senadores, que permanecía sentado sobre su silla de curul, inmóvil.  El galo, algo bobo si lo pensamos, creyó que era una estatua y sin pensarlo dos veces tiró al anciano de la barba.  El senador colérico  le dio un bastonazo en la cabeza al galo que respondió con la espada.  Así comenzó una matanza donde todos los que no estaban en la ciudadela fueron degollados sin contemplaciones y en a penas unos minutos.

Esta invasión gala ocurrió en el siglo IV a.C. pero hubo muchas con anterioridad a esta y así nos lo cuenta cuenta Dionisio de Halicarnaso.  Nos dice que hacia el 524 a.C. hubo una gran invasión de la Campania por parte de etruscos que estaban establecidos en el valle del Po debido a hordas celtas que los presionaban en sus tierras:

"En la LXIV Olimpiada, durante el arcontado de Milcíades en Atenas, los tirrenos que habitaban cerca del golfo Jonio y que, con el tiempo, fueron expulsados de allí por los celtas, y con ellos
los umbros, los daunios y muchísimos otros bárbaros, intentaron destruir Cumas, la ciudad griega en el territorio de los ópicos fundada por los eretrios y los calcidios, sin más justo motivo para su odio que la prosperidad de la ciudad" (VII, 3, 1)

Tito Livio nos cuenta que esa presión ya venía existiendo desde el año 600 a.C.

"Bien es verdad que no voy a negar que los galos hayan sido conducidos a Clusio por Arrunte o por cualquier otro clusino; pero que quienes atacaron Clusio no fueron los primero s que cruzaron los Alpes es un hecho comprobado.  En efecto, doscientos años antes de atacar Clusio y tomar Roma, pasaron los galos a Italia; y los primeros etruscos con los que lucharon,a menudo, los ejércitos galos no fueron los clusinos, sino, mucho antes, los que habitaban entre los los Apeninos y los Alpes." (V, 33, 1).  
Se puede seguir leyendo sobre los celtas (galos) durante el capítulo 33 hasta el 35.

La arqueología nos deja más clara esa presencia, que además debía ser bante habitual: en Volsinii había en el siglo VI aC un personaje llamado Catacus, forma etrusquizada de Katacinas, que estaba perfectamente integrado en la ciudad.  El nombre aparece sobre el arquitrabe de una tumba donde se puede leer "Yo soy Aviles Katachina" ([m]i aviles katacinas) haciendo referencia a que la tumba pertenece a este personaje.

Un ejemplo más de esta relación estrecha entre pueblo etrusco y galo-celta es la famosa escultura de bronce del Marte de Todi, realizada en la ciudad de Volsinii, que fue dedicada al dios del mismo nombre por un tal Ahal Trutitis.  





También en el mismo yacimiento de Todi se encontró una inscripción galo-latina dedicada a este dios.

Celtas/galos y etruscos convivían con total normalidad en Italia.   A pesar de las numerosas incursiones que sus vecinos realizaban, las relaciones entre ambas poblaciones eran, como hemos visto, a tenor de las dedicaciones , de lo más naturales.


Foto: Autora

Dionisio de Halicarnaso "Historia Antigua de Roma", ed. Gredos.
Tito Livio "Historia de Roma desde su fundación", ed. Gredos.


GRIMAL, P. "Historia de Roma" ed. Paidós.
TORELLI, M. "Historia de los etruscos" ed, Crítica