26 nov 2016

La súplica de Lucrecio a Venus para que terminase la guerra


LUCRECIO (99-55 aC). Poeta y filósofo. Epicúreo





Vivió momentos convulsos de la historia de Roma como las guerras civiles, las revueltas de Mario y Sila,la conjura de Catilina y la ascensión de Julio César.

En su obra "Dē rērum natūra"  ("Sobre la naturaleza de las cosas") hace una preciosa petición a la diosa Venus para que convenza a Marte para que termine con la guerra en Roma:


"Marte omnipotente, ese que a menudo, derrotado por herida perdurable del amor, se acuesta en tu regazo [en en de Venus], y así, levantando sus ojos, echada hacia atrás la bien torneada nuca, apacienta, anheloso de ti, miradas ansiosas de amor, y en tu boca se encarama el aliento del tendido: sobre este tú, divina, mientras está recostado en tu cuerpo santo, desparrámate y viértele de tu boca dulce charla pidiéndole grata paz, excelsa tú, para los romanos" 

Lucrecio "La Naturaleza" (32-40) traducción para ed. Gredos.

23 nov 2016

Pequebiblioteca: "El chico de la flecha" de Espido Freire

Espido Freire es una escritora suficientemente conocida como para contar aquí su biografía.  Solo daré unos pocos datos para que nos situemos: ganadora en 1998 por los libreros franceses por "Irlanda" y Premio Planeta en 1999 por "Melocotones helados".  Escribe novela, ensayo, relato y poesía.  En 2001 publicó su primer libro juvenil titulado "La última batalla de Vincavec el bandido"(datos extraídos de la solapa de su libro) y ahora nos acerca a la vida en la Hispania romana con "El chico de la flecha.  Una aventura en Emerita Augusta" editado por Anaya.


En poco más de 380 páginas la escritora nos traslada a la romana Emerita Augusta, a la vida de un niño de aquella ciudad.  No os voy a contar nada sobre el argumento de la novela, solo os hago una pequeña aproximación: Marco es el protagonista, un niño del siglo I d.C. que vive en aquella antigua y romana Mérida.  Este maravilloso libro que se lee como un cuento, está fabulosamente escrito y no puedes dejar de leer en cuanto lo comienzas.  Simplemente tocando esa hermosa portada que (no se aprecia en la foto, claro) tiene una textura que invita a acariciarlo y ya te anuncia lo bien que lo vas a pasar leyendo.

Pero si os voy a contar sobre la parte que en este blog nos ocupa...

Hay pocos libros que traten a los niños (este libro está calificado como para mayores de 12 años) como personas inteligentes.  La autora lo hace.  El libro está lleno de datos históricos que salen de una pasión por la historia de Roma que Espido Freire tiene muy dentro de su corazón y se nota, quizás sea una vocación escondida de la autora, quién sabe.  Los datos históricos se enredan con la trama de forma magistral, una forma excelente de dar a conocer la historia de la antigua Roma, sin avasallar con fechas y nombres pero que de forma sutil van calando en el subconsciente.  Me encanta cuando en lugar de poner los nombres en "castellano" los pone en latín (¡a mi me ha encantado!) y como cuando es necesario hace una pequeña explicación a pie de página como si de un libro de adultos se tratase, un pequeño anticipo a lo que estos chicos leerán de adultos si siguen gustando de la historia y se pasan al ensayo.

La autora nos habla de la vida en una domus de un niño, pero también de los adultos, de las mujeres, de los esclavos, de los espectáculos como el teatro y las carreras de carros, de los viajes por las calzadas y de lo peligrosos que eran, del foro, de los templos, de cómo era educado un niño romano y una niña romana, de las esperanzas y los sueños de aquellas personas.  

El libro está lleno de detalles de la vida cotidiana de aquellos tiempos y sin darte cuenta te adentra en la Historia sin dejar de ser una novela.

Parece un libro infantil, pero como tantos otros, también puede ser leído por los adultos.  La lectura es ágil, las aventuras trepidantes y los datos formidables para los aficionados a la Historia de este momento.  Por supuesto es una novela infantil-juvenil, tengámoslo en cuenta a la hora de leerla y mirémosla con ojos infantiles que además de ser interesante nos rejuvenecerá un poquito.

Título: "El chico de la flecha. Una aventura en Emerita Augusta"
Autora: Espido Freire
Publicación: Anaya, noviembre de 2016
Edad: a partir de 12 años
Páginas: 238

¡Por cierto! hay un "error" que no es tal, la misma autora me ha comentado que es una licencia que se ha tomado ¿lo encontraréis?

Calificación: 9

19 nov 2016

El mosaico de los peces del Museo Arqueológico de Tarragona



El llamado "Mosaico de los peces", que hoy puede disfrutarse en el Museo Arqueológico de Tarragona, fue descubierto en una villa romana de la Pineda en Vila-seca (Tarragona) en 1955.  Mide 6,25x 4,50 metros.  Se ha datado a principios del III dC. Está realizado con teselas policromadas de mármol italiano, rocas volcánicas y piedra de Tarragona. 

Un mosaico que adornaría la villa de un hombre muy adinerado al que le gustaría hacer alarde de su riqueza y que de esta forma añadía a su hogar un bonito y figurado estanque con peces que había en el mar Mediterráneo en ese momento.

En el campo interior aparecen representados 47 animales marinos: peces, crustáceos, cefalópodos y mamíferos.  Alrededor de este rectángulo central una orla con decoración de peltas y floral.  Los animales que aparecen son los siguientes:





1. Besugo o de la familia.
2. Ídem.
3. Posible salmonete
4. Pez aguja
5. Pez de la familia de los labridos.
6. Lenguado
7. Pulpo
8. Morena
9. Ídem.
10. Chucla (judío)

11. Pez torpedo
12. Posible besugo
13. Ídem
14. Ídem
15. Bogavante
16. Pez verde
17. Alegoría del delfín
18. Posible espetón
19. Posible chucla
20. Morena

21. Posible espetón
22. Posible pez aguja
23. Lenguado
24. Pagel o breca
25. Pulpo
26. Sepia o Jibia
27. Posible chucla
28. Posible besugo
29. Palometa
30. Posible besugo

31. Pez torpedo
32. No identificable
33. Bogavante
34. Lubina o llobarro
35. Verrugato o corballina
36. Pargo
37. Delfín comiendo un calamar
38. Lubina o llobarro
39. Pulpo
40. Cabrilla

41. Oblada
42. Calamar atacado por un delfín
43. Jibia o sepia
44. Salmonete
45. Pez aguja
46. Calamar
47. Delfín

En el minuto 24.00 de este video tenéis más información y una visión más detallada: http://www.ccma.cat/video/embed/5631903/




Fuentes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Mosaico_de_los_peces_de_La_Pineda#/media/File:Mosaico-de-los-peces01.jpg
http://www.raco.cat/index.php/Pyrenae/article/viewFile/147894/260035



15 nov 2016

La biblioteca de los peques: "Max y Mía en la Prehistoria"


Comienzo hoy esta sección "la pequebiblioteca" con un libro que me ha causado estupor nada más verlo en la librería. Esta tarde estaba buscando un libro infantil para hacer un regalo y como en las grandes superficies y librerías de mi ciudad hay poco sobre arqueología o historia dedicados a los niños, me ha llamado la atención un título que parecía bastante interesante: "Max y Mía en la Prehistoria".


Título: Max y Mía y en la Prehistoria(The Yellow Van 2)
Autora: Vita Dickinson
Ilustración: Roser Calafell
Publicación: La galera, noviembre de 2015
Edad: a partir de 4 años
Tamaño: 24 x 24 cm
Páginas: 48

El libro narra las aventuras de una familia (papás y tres hijos, dos niños y una niña) en una furgoneta amarilla (de ahí el título de la colección "The Yellow Van") que compran a una vecina.  Max y Mía son los más pequeños de la casa y los protagonistas de las historias y aventuras.  

En todos los títulos de la colección el vehículo realiza una excursión en el tiempo o de lugar, por tanto un viaje mágico.  Los títulos van desde "las sirenas" hasta "los piratas".  La colección consta de un total de 7 libros.

El libro está lleno de aventuras y seguro que gustará a los más pequeños por sus bonitas historias y por sus ilustraciones de doble página con gran colorido, muchos detalles y figuras expresivas.

Si bien para el profano en el tema es un libro bonito e interesante, debo decir que ya solo viendo la tapa a uno se le ponen los pelos como escarpias:



Como podéis ver en la misma, la historia ya comienza muy mal.  Los autores han mezclado en este periodo a seres HUMANOS al más estilo rancio: vestidos con pieles, armados con lanzas y clava, con barbas largas y cabellos despeinados, junto con ¡¡DINOSAURIOS!! 

Como este es un blog de arqueología, arte e historia, voy a centrarme en la parte que nos interesa de los libros para los más jóvenes y pequeños de la casa: la rigurosidad en el planteamiento. Y siempre procuraré poner una calificación sobre 10 desde este punto de vista y una justificación

CALIFICACIÓN: 2

Siento mucho poner una calificación tan baja, pero entiendo que estando en el siglo XXI, que teniendo los datos que se tienen sobre este periodo de la historia y acceso a los mismos de forma sencilla y rápida, y atendiendo al objetivo de formar a los niños en el mundo, es inadmisible seguir cayendo en estos errores que se perpetúan indefinidamente y causan en los niños más problemas a la hora de entender los conceptos que lo que ayudan.  Si la excusa es que los dinosaurios son divertidos y el todo vale para hacer la historia graciosa, a mi esta no me sirve.



12 nov 2016

¿Dónde se dice que las pirámides las construyeron esclavos?



De sobras es ya sabido, a estas alturas, que las pirámides no fueron construidas por esclavos, sino por trabajadores pagados por el rey mediante alimentos, ropa y otros avituallamientos necesarios para la vida, incluso en algún caso para la muerte.

Pero, entonces... ¿de dónde surgió la idea de que las pirámides las construyeron esclavos?

Podríamos pensar que, puesto que esclavos, hebreos y éxodo van de la misma mano... sería La Biblia donde se menciona el hecho, pero no es cierto, aunque sí se puede leer acerca del trabajo esclavo de este pueblo en Egipto, no específicamente se hace referencia a las pirámides.  Así leemos: 

"Se alzó el Egipto un nuevo rey, que nada sabía de José; y que dijo a su pueblo: 'Mirad, los israelitas son un pueblo más numeroso y fuerte que nosotros.  Tomemos precauciones contra él para que no siga multiplicándose, no sea que en caso de guerra se una también él a nuestros enemigos para luchar contra nosotros y salir del país.'
Le impusieron pues, capataces para aplastarlos bajo el peso de duros trabajos; y así edificaron para Faraón las ciudades de depósito: Pitom y Ramsés.  
Pero cuanto más les oprimían, tanto más crecían y se multiplicaban, de modo que los egipcios llegaron a temer a los israelitas.  Y redujeron a cruel servidumbre a los israelitas, les amargaron la vida con rudos trabajos de arcilla y ladrillos, con toda suerte de labores del campo y toda clase de servidumbre que les imponían por crueldad." (Éxodo 1, 1-ss.)

Además, sabemos por los cruzados y otros viajeros que marchaban a Tierra Santa durante la lucha contra "el infiel" en el siglo XI y sucesivos,  que las pirámides eran consideradas como "los graneros de José".  Leemos de nuevo en La Biblia (Génesis 41, 46-ss.):

"Tenía José treinta años cuando compareció ante Faraón, rey de Egipto, y salió José de delante de Faraón, y recorrió  todo Egipto.  La tierra produjo con profusión durante los siete años de abundancia y él hizo acopio de todos los víveres de los siete años en que hubo hartura en Egipto poniendo en cada ciudad los víveres de la campiña circundante.  José recolectó grano como la arena del mar, una enormidad, hasta tener que desistir de contar porque era innumerable.
[...]
Concluyeron los siete años de hartura que hubo en Egipto, y empezaron a llegar los siete años de hambre como había predicho José.  Hubo hambre en todas la regiones; pero en todo Egipto había pan.  Toda la tierra de Egipto sintió también hambre, y el pueblo clamó a Faraón pidiendo pan.  Y dijo Faraón a todo Egipto: "Id a José: haced lo que él os diga." - El hambre cundió por toda la faz de la tierra.- Entonces José sacó todas las existencias y abasteció de grano a Egipto.  Arreciaba el hambre en Egipto; de todos los países venían también a Egipto para proveerse comprando grano a José, porque el hambre cundía por toda la tierra".

Es fácil suponer la relación de ideas que hubo entre la cantidad de grano acumulado por José y los enormes edificios, pero a los Cruzados nunca se les pasó por la cabeza que las pirámides fuesen por hebreos y por lo tanto, y menos aún, que fuese el pueblo de Dios esclavizado.



Entonces... ¿de dónde surgió la idea de que las pirámides las construyeron esclavos?

La primera mención a esclavos como constructores de pirámides se la debemos a Heródoto, un griego del siglo V a.C., historiador y geógrafo, que nos dice en su "Historia" Libro II, 

"Pues bien, hasta el reinado de Rampsinito hubo en Egipto, al decir de los sacerdotes, una estricta legalidad y el país gozó de gran prosperidad, pero Queóps, que reinó tras él, sumió a sus habitantes en una completa miseria.  Primeramente cerró todos los santuarios, impidiéndoles ofrecer sacrificios, y, luego, ordenó a todos los egipcios que trabajasen para él. En este sentido, a unos se les encomendó la tarea de arrastrar bloques de piedra, desde las canteras existentes en la cordillera arábiga, hasta el Nilo y a otros les ordenó hacerse cargo de los bloques, una vez transportados en embarcaciones a la otra orilla del río, y arrastrarlos hasta la cordillera llamada líbica. Trabajaban permanentemente en turnos de cien mil hombres, a razón de tres meses cada tumo. Asimismo, el pueblo estuvo, por espacio de diez años, penosamente empeñado en la construcción de la calzada por la que arrastraban los bloques de piedra, una obra que, en mi opinión, no es muy inferior a la pirámide." 
[...]
Diez fueron, como digo, los años que se emplearon en la construcción de esa calzada y de las cámaras subterráneas de la colina sobre la que se alzan las pirámides, cámaras que, para que le sirvieran de sepultura, Quéops se hizo construir en una isla. Por su parte, en la construcción de la pirámide propiamente dicha se emplearon veinte años. [...] está hecha de bloques de piedra pulimentada, y perfectamente ensamblada."

Heródoto tampoco habla de esclavos, aunque el rey si ordenó la construcción de su complejo funerario, pero se pagó a los trabajadores como leemos un poco más adelante en el texto:

"En la pirámide consta, en caracteres egipcios, lo que se gastó en rábanos, cebollas y ajos para los obreros. Y si recuerdo bien lo que me dijo el intérprete que me leía los signos, el importe ascendía a mil seis cientos talentos de plata."

Mil seiscientos talentos de plata equivaldría a 41.472 kg de esa moneda en medida actual.  Podemos considerarlo poco o mucho debido al trabajo que se realizaba, pero los constructores no eran esclavos puesto que se les pagaba (y así se consideraba) por su trabajo.



Quizás la tercera cita, la siguiente en cronología que habla del tema, será la que diga que fueron los famosos esclavos los constructores de tan increíbles obras arquitectónicas.  Vamos a ver que nos cuenta Diodoro Sículo, historiador griego del siglo I aC.:

"Convertido en el octavo rey Quemis de Menfis, gobernó cincuenta años y construyó la mayor de las tres pirámides, enumeradas entre las siete obras maravillosas. [...] Trescientos sesenta mil hombres, como afirman, se ocuparon de los cometidos de las obras y toda la construcción alcanzó su culminación con dificultad pasados veinte años.
Fallecido ese rey, heredó el gobierno su hermano Cefrén y gobernó cincuenta y seis años. [...] construyó la segunda pirámide, muy semejante a la antes citada por la manufactura de su técnica pero muy inferior en tamaño, está escrita sobre la mayor la cantidad de riquezas gastadas, pues se informa mediante una inscripción que se emplearon más de mil seiscientos talentos en verduras y rábanos para los obreros".

Así que de nuevo tenemos la palabra "obrero" y aparece el pago por su trabajo.  Más adelante si que leemos algo sobre el trato que tuvieron estos trabajadores:

"Pero resultó que, de los reyes que se construyeron esas tumbas, ninguno fue enterrado en las pirámides: el pueblo, por el sufrimiento de los trabajos y por haber realizado esos reyes muchas cosas crueles y violentas, tenía gran odio a los culpables y amenazaba con despedazar sus cuerpos y con lanzarlos con ignominia fuera de las tumbas; y, por ello, agonizando, cada uno encargó a sus íntimos enterrar su cuerpo en un lugar no señalado y en secreto".

Así que eran algo déspotas, explotadores y mezquinos, pero de ahí a entenderlo como trabajo esclavo, látigos incluidos...  Seguimos leyendo sobre la tercera de las pirámides y su rey:

"Después de ellos, fue rey Micerino, al cual algunos denominan Menquerino, que era hijo del que hizo la primera pirámide. Pero, habiendo empezado ése a construir la tercera, falleció antes de alcanzar su culminación toda la obra. [...] afirman que éste, aborreciendo la crueldad de los reyes anteriores, deseó una vida honrada y beneficiosa para los gobernados y hacía continuamente muchas otras cosas por las cuales era muy posible propiciarse la benevolencia del pueblo para con él y gastaba multitud de riquezas en las audiencias, dando regalos a las gentes honradas que consideraba que no habían sido tratadas adecuadamente en los juicios.

Entonces... ¿de dónde surgió la idea de que las pirámides las construyeron esclavos?  Habrá que seguir indagando...

Fuentes:
Heródoto, Libro II, ed. Gredos.
Diodoro Sículo, Biblioteca Histórica 1, ed. Gredos
La Biblia de Jerusalén
"Asterix y Cleopatra" para las imágenes.

6 nov 2016

Sorteo "Instagram"


¡¡SORTEO!! 


Para entrar en el sorteo de "Momias" de J.M. Parra dedicado al ganador por el autor:

1 - Hazte seguidor de@arqueologia_en_mi_jardin
2 - Comparte en tu instagram esta foto (recuerda que debes tenerlo público o no podré verlo).
3 - Escribe #AEMJ_sorteo al compartirlo.
2 - Nombra a dos amigos/as

El sorteo será el día 30 de noviembre. Podrás compartir hasta el día 27 de noviembre.

SORTEO sólo en instagram 😆

LISTADO DE PARTICIPANTES:

1.  agudinhesa
2.  nel.g.n
3.  explorando_egipto
4.  diego_r01
5.  la profedegeh
6.  unihistoria
7.  mistermortar
8.  xiao.yingtao
9.  ssstupendo
10. piticlinvspiticlan
11. enary_
12. juancarloos0308
13. maria.cordero46
14. mjgc_gesusa
15. pulgarceta
16. opohistoria
17. nel.g.n
18. mariamamaopositora
19. miquelet.gustavo
20. historia.dora
21. luciantropologia
22. semillapossitiva



4 nov 2016

El 4 de noviembre en la excavación de Howard Carter.


Apenas había llegado a la excavación al día siguiente (4 de noviembre) cuando un extraño silencio, producido por la detención de los trabajos, me hizo dar cuenta de que había ocurrido algo fuera de lo común. Se me recibió con la noticia de que se había descubierto un escalón tallado en la roca bajo la primera cabaña que se había derruido. Parecía demasiado bueno para ser verdad, pero el agrandamiento de la abertura nos aclaró que estábamos de hecho en la entrada de un profundo corte en la roca, unos cuatro metros por debajo de la entrada de la tumba de Ramsés VI y a una profundidad similar a la del nivel actual del Valle. El corte era del tipo de entrada con escalera subterránea, tan común en el Valle, y yo casi me atreví a esperar que habíamos encontrado finalmente una tumba. El trabajo continuó febrilmente durante todo aquel día y la mañana del siguiente, pero sólo el 5 de noviembre por la tarde conseguimos retirar la gran masa de escombros que cubría el corte y pudimos demarcar los bordes superiores de la escalera por sus cuatro lados. 

Entonces quedó claro, por encima de toda duda, que nos encontrábamos ante la entrada de una tumba; sin embargo, aún teníamos la incertidumbre nacida de desengaños anteriores. Siempre cabía la terrible posibilidad, sugerida por nuestra experiencia en el Valle de Tutmés III, de que la tumba estuviera a medio hacer, sin haber sido concluida ni usada. Incluso si hubiera sido terminada aún podía ser que la hubieran saqueado en época antigua. Pero, por otra parte, también podía tratarse de una tumba intocada o sólo parcialmente saqueada, y con mal reprimida excitación contemplé los escalones que descendían cada vez más, saliendo a la luz uno por uno. El corte estaba tallado en la ladera de un montículo, y al progresar los trabajos, el borde occidental retrocedía bajo el saliente de la roca hasta quedar primero en parte y luego totalmente cubierto, convirtiéndose en un pasadizo de unos 3 m. de alto por 1,8 m. de ancho. El trabajo avanzaba ahora más rápidamente; un escalón seguía a otro y al nivel del duodécimo, hacia la puesta del sol, descubrimos la parte superior de una puerta tapiada, enyesada y sellada. 



Una puerta sellada! Así, pues, era cierto. Nuestros años de paciente trabajo iban a quedar recompensados después de todo. Creo que mi primer sentimiento fue de contento por el hecho de que mi fe en el Valle no había sido injustificada. Con una excitación que se convirtió en ardor febril busqué los sellos de la puerta, en busca de pruebas sobre la identidad del dueño del lugar, pero no pude encontrar nombre alguno. Los únicos descifrables eran el conocido sello de la necrópolis real, el chacal y nueve cautivos. Sin embargo, dos cosas eran claras: en primer lugar, el empleo del sello real era una prueba evidente de que la tumba había sido construida para un personaje de gran categoría. En segundo lugar, el hecho de que la puerta sellada estaba completamente tapada por las cabañas de los trabajadores de la Dinastía XX, construidas encima de ella, era una prueba suficientemente evidente de que no había sido tocada por lo menos a partir de aquella época. De momento tenía que conformarme con aquello. 

Mientras examinaba los sellos noté que en el dintel de madera muy dura que había en la parte superior de la puerta, parte del yeso se había caído. Para asegurarme del método por el que se había bloqueado la puerta hice un agujero debajo de ésta lo bastante grande para colocar una linterna, y descubrí que el pasadizo detrás de la puerta estaba completamente relleno de piedras y escombros desde el techo hasta el suelo, siendo ésta una prueba adicional del sumo cuidado con el que se había protegido la tumba. 



Era un momento emocionante para un excavador. Tras años de trabajo más bien improductivo, me encontraba completamente solo, a excepción de mis trabajadores nativos, en el umbral de lo que podía resultar un descubrimiento fantástico. Al otro lado del pasadizo podía encontrarse literalmente cualquier cosa y necesité de toda mi fuerza de voluntad para no abrir la puerta e intentar averiguarlo en aquel mismo momento. 

Un hecho me sorprendía, y era la pequeñez de la abertura en comparación con otras tumbas corrientes en el Valle. El diseño era evidentemente de la Dinastía XVIII. ¿Podía tratarse, acaso, de la tumba de un noble enterrado allí con autorización real?; ¿era un escondrijo, un lugar secreto al que se había trasladado la momia de un rey y su tesoro por motivos de segundad?, ¿o era la tumba de un rey, lo que yo había estado buscando durante tantos años? 



Una vez más examiné las marcas de los sellos en busca de la clave, pero en la parte de la puerta que habíamos descubierto hasta aquel momento sólo estaban claros para su interpretación los de la necrópolis real mencionados más arriba. Si hubiera sabido entonces que unos pocos centímetros más abajo estaba la huella clara y característica del sello de Tutankhamón, el rey que yo más deseaba encontrar, hubiese continuado y, lógicamente, hubiera descansado mejor aquella noche, ahorrándome casi tres semanas de incertidumbre. Sin embargo, era tarde y la oscuridad se nos venía encima. Contra mis deseos, volví a tapar el agujero que había hecho, rellené nuestra trinchera como protección para las horas de la noche, escogí los obreros más dignos de confianza, que estaban tan excitados como yo, para vigilar la tumba durante toda la noche y me dirigí a casa cabalgando Valle abajo a la luz de la luna. 

Naturalmente mi deseo era continuar con nuestra limpieza hasta averiguar el verdadero alcance del descubrimiento, pero Lord Carnarvon estaba en Inglaterra y, en atención a él, tenía que retrasar el asunto hasta que pudiera venir. En consecuencia, la mañana del 6 de noviembre le envié el siguiente cablegrama: «Finalmente he hecho descubrimiento maravilloso en Valle, una tumba magnífica con sellos intactos; recubierto hasta su llegada; felicidades».


Fotos: http://www.griffith.ox.ac.uk/discoveringTut/
Texto: CARTER, H.,"La tumba de Tutankhamón", Ed. destinolibro.

3 nov 2016

A partir de #arqueonet2016... unas reflexiones.




Todos los colegas que han participado en el congreso de este sábado están colgando sus impresiones y sus crónicas, yo hace unos días colgué algo de información sobre mi participación, pero hoy quiero, después de estos días de resaca "congresera", haceros partícipes de algunas reflexiones que me han surgido a posteriori, dándole vueltas en la cabeza a algunos temas.

Somos muchos los espacios en internet, y cada vez más, dedicados a la divulgación.  Esto es un arma de doble filo, por un lado nos podemos encontrar con una saturación y que por este motivo perdamos visibilidad y la gente no nos lea, que al fin y al cabo es nuestro objetivo: el llegar a la mayor cantidad de personas.  En principio deberíamos evitar esta masificación de información, pero es complicado.  Pienso que es importante tener en cuenta que el público que suele leernos es el mismo, evitar repetir la información que se publica entre espacios también es complicado.... Si la red se satura la gente dejará de leernos, simplemente pasará los espacios esperando encontrar novedades, pero visualmente (es importante recordar que estamos en una pantalla y la imagen es importantísima) si nos repetimos no llegaremos a ser visibles.

Por otro lado, la proliferación de espacios es otro arma de doble filo.  Hay espacios buenos, espacios no tan buenos y espacios nefastos.  Hablando en la comida con Daniel Casado Rigalt imaginamos un mundo en el que "algo" velase por la calidad de los espacios.  Esto es también imposible y utópico puesto que la red está abierta a todo tipo de publicaciones.  Pero ¿y si existiese un sello de calidad?  Un distintivo que el lector reconociese y le garantizase que la lectura de ese espacio es correcta y no una "vulgarización" (de Mario Agudo muy bien traído).

Además creo que necesitamos un espacio de visualización, de nuevo saco el tema de que estamos creciendo y de que cada vez somos más.  Vamos a llegar a ser tantos que no nos vamos a poder reconocer entre nosotros.  Necesitamos un espacio común para todos nosotros. Donde estemos registrados y consigamos ser un bloque, donde podamos ponernos en contacto unos con otros para realizar colaboraciones y quién sabe cuantas actividades conjuntas.

Yo propongo crear una asociación de profesionales (importante esta palabra: profesionales, para evitar esa vulgarización) con un sello de calidad que demuestre nuestra "solvencia divulgativa", que nos mantenga unidos como colectivo, que nos de visibilidad y nos ayude a propagar la "palabra de Harris".


1 nov 2016

Congreso: Arqueonet2016




No voy a repetir lo que se ha dicho una y otra vez en twitter, Facebook e Instagram.  Para leer una crónica como es debido podéis pasaros por la página de mi compañero de mesa de debate Andrea que lo ha hecho fenomenal (aquí).



Pero si que voy a copiar aquí mis palabras en FB a modo de resumen de un día increíble:

Cuando comencé con "Arqueología en mi Jardín" nunca imaginé que me llevaría hasta donde lo ha hecho. Dicen que todos los caminos conducen a Roma, pero para muchos de nosotros no es cierta esta frase porque, realmente, todos los caminos conducen a la arqueología y a su divulgación, solo hace falta encontrar el que cada uno tiene destinado y son muchísimos.
Muchas gracias a #arqueonet2016 por invitarme, al MAN por acogerme y al Colegio de Arqueólogos de Madrid por la iniciativa, a Pablo Guerra por liarme y a José Manuel Illán por sus mails, su paciencia y su buen hacer. A mis compañeros de mesa Mario Agudo VillanuevaDaniel Casado RigaltEnrique Garcés y Andrea de WAZO. También gracias a Jaime Almansa Sánchez y su pajarita, eres tan genial como me imaginaba y a Iñaki Diéguez Uribeondo por ese gran abrazo que me diste lleno de amistad y a Jesus Martin Alonso que no hablamos casi pero notaba su presencia, ya me dirás como consigues desdoblarte porque estabas en todos sitios!!!
Gracias a todos los que os acercastéis a saludarme, fue genial conoceros en persona, me hubiese gustado poder hablar más con vosotros. Ya sabéis donde encontrarme si me necesitáis!
Y gracias a Kaukarelda UndómielEl Café de la lluvia y Jose Miguel Parra por acompañarme.
Seguro que olvido a alguien...


Y dejo aquí la presentación que me hice de mi misma en la mesa:


Cuando me propusieron participar en #Arqueonet2016 primero me asusté, no entendía el motivo de que me hubiesen elegido a mí (o más bien a mi blog, arqueología en mi jardín), la verdad es que por más vueltas que le doy sigo sin entenderlo. La razón es simple: arqueología en mi jardín no fue creado con ninguna pretensión y sigue sin tenerla... 

Su creación tuvo un motivo totalmente personal. Yo no estaba pasando un buen momento, llevaba un año en el paro después de muchos trabajando como secretaria en oficinas de empresas de construcción. Para poder tener un puesto que me diese algo de dinero tenía que trabajar 8 horas o más al día, había tenido que dejar de estudiar en la universidad presencial cuando solo me quedaban 4 asignaturas para licenciarme y la UNED era la única opción que tenía.

En 2011, cuando apareció en mi vida Arqueología en mi Jardín, intentaba terminar la carrera en la UNED. Seguro que quienes han estudiado en esta universidad me entenderán por lo impersonal y frustrante que es estudiar en ella. Con el cambio de universidad a las 4 asignaturas que tenía se añadieron unas cuantas más, muchas más. Ninguna de arqueología, ni de historia antigua. Tenía que aprobar para terminar la carrera unas cuantas de geografía y unas cuantas más de historia contemporánea, mi pesadilla. Así que en paro y estudiando una carrera que cada vez odiaba más, yo me sentía como un barco a la deriva… 

Me había quedado en paro en mayo del 2010 por culpa de la crisis de la construcción y cuando comenzó el curso 2010-2011, viendo lo que me quedaba por delante en la UNED me decidí a invertir mi finiquito en nuevos proyectos, así que me matriculé en latín y en griego clásicos.

Arqueología en mi jardín nació en ese momento de verdadera desesperación. Los últimos exámenes a los que me había presentado ese febrero, habían sido una locura, las fuerzas me flaqueaban y mientras conducía en el coche camino de mi sede de la UNED no podía dejar de cantar la canción de un Pingüino en mi ascenso, “arqueología en mi jardín”. Realmente se había convertido en un himno para mí, veía que nunca iba a conseguir mi sueño de ser arqueóloga y que como mucho iba a poder excavar y estudiar las macetas de la terraza de casa de mis padres…

En mi clase de latín para adultos era yo la única que tenía vinculación con la historia. Había abogados, jubilados, aficionados a la filología y una cantante de cantos gregorianos. Una tarde en clase surgió una pregunta de un compañero a la profesora sobre cómo eran unas letrinas romanas. Nadie en clase sabía como eran y yo podía explicárselo… pero necesitaba enseñarles fotos, esquemas, fechas, lugares… algo de información. También mis amigas, dedicadas a mundos totalmente diferentes y de edades muy diversas, me preguntaban sobre arte e historia y yo intentaba dar respuestas, que demasiado a menudo ni a mí me convencían. Necesitaba apoyo visual sobre todo.

Yo llevaba más de una década haciendo mis pinitos en internet con páginas web sobre otras inquietudes que tenía y desde hacía unos cuantos años había creado un blog también para mis hobbies.

Arqueología en mi jardín comenzó a gestarse en mi cabeza y en marzo por fin me decidí y subí “Las letrinas romanas de Dougga”. La entrada tuvo éxito entre mis amistades, pero ninguno prácticamente entre el público en general, no tuvo muchas visitas a excepción de mis amigos, a día de hoy sigue sin tener demasiadas, después de seis años solo tiene unas 4100 en comparación con otros temas. El record lo tiene una entrada de unos días después, que tiene casi 35.000 visitas y sigue recibiendo visualizaciones a diario. Pero ver que gustaba y daba respuesta a inquietudes de la gente que me rodeaba me animó a seguir escribiendo. Poco a poco, Arqueología en mi jardín, para leer historia, arte y arqueología en zapatillas de andar por casa, iba llenándose de entradas. Muchas han pasado inadvertidas y otras han tenido ¡gran éxito!, algunos de ellos son verdaderos expedientes X, como “Argos, el increíble perro de Ulises” que publiqué este agosto y tiene casi 7000 visitas. 
Pero realmente nunca he buscado el éxito. Si que es cierto que me gusta ver las estadísticas, porque me gusta ver que la gente entra y me lee. Pero no selecciono los temas según los gustos de los lectores. Mi objetivo no es ser el blog más leído y mis entradas son las de un cuaderno de apuntes sobre temas que a mí me interesan, tener una libreta donde ir poniendo fotos y explicaciones me hacía sentir algo “rarita” y el formato blog era muy cómodo. Las entradas más leídas en muchísimos casos son las que considero más truño de todo lo que publico, pero ahí están… y gustan… ya sabemos, sobre gustos…

Reitero que nunca he buscado lectores, cierto es que me gusta que me lean, si no fuese así no publicaría en internet. 

Arqueología en mi Jardín no me ha servido para ganar dinero, ni visibilidad puesto que aún hay muchísima gente que no me relaciona con el blog (aunque me gusta el anonimato en mi última actualización de su imagen, ya un poquito harta, me he decidido a poner mi foto como reivindicación… a ver si por una vez algunos se enteran de que no hay un hombre, ni un equipo de varias personas detrás del blog …), no me ha abierto el mundo laboral, pero si que me ha servido de práctica para escribir y ganar seguridad en mi misma como divulgadora. Quién lleva un blog, web o similar lo sabe, detrás de un gran blog hay un gran currante que pasa muchas horas frente a la pantalla, pero lo cierto es que si no me gustase y no me lo pasase bien Arqueología en mi Jardín hubiese dejado de existir hace muchos años, y ahí seguimos los dos.

Gracias
 
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