12 jun 2011

Trotua de Ruggiero: una gran cientifica en el siglo XI



Muchas fueron nuestras antepasadas (hablo en femenino) que han sido olvidadas, alegando la superioridad intelectual del hombre, de su tan merecido mérito como científicas desde ya antes de la era cristiana. Muchas contribuyeron en la misma medida que el hombre al desarrollo científico pero han sido relegadas al olvido o atribuido sus trabajos a hombres.

Es el caso de mujeres sabias y científicas como Hipatia (370-414) conocida gracias al film de Alejandro Amenabar "Agora" (2009), que por fin fue desenterrada del olvido con la película, pero hay muchas otras mujeres olvidadas.

Como es el caso de Trotula de Ruggiero (aprox 1050).



Vivió en Salerno (Italia), por lo que también es conocida como Trotula de Salerno, hacia el 1050. Nuestra protagonista tuvo la suerte de poder estudiar medicina, quizás porque pertenecía a la aristocrácia y sabido es que la gente de dinero siempre ha tenido más posibilidades de acercarse al estudio. Se casó con un médico, Giovanni Plateario y tuvo dos hijos con él, y que también fueron médicos. Estudió en una de las primeras universidades (dicen que la primera universidad) de Europa, además abierta a mujeres y que fuera del control de la Iglesia, donde además fue también profesora de medicina, la Escuela Médica de Salerno o Salernitiana.



Escribió varios tratados de medicina sobre dermatología "Trotula minor". Redactó una recopilación de enseñanzas de los grandes maestros de su universidad "De agritudiunum curatione" y junto a su marido y sus hijos un manual de medicina "Practica brevis". Destacan sus remedios para la higiene del cuerpo y consejos para mejorar el estado físico mediante masajes y baños.




Si destaca por algo es por sus estudios ginecológicos, donde era una gran especialista, hablando en sus textos sobrela menstruación, la concepción, el embarazo, el parto, el control de natalidad, además de diversas enfermedades ginecológicas y de otro tipo, así como sus remedios. Fueron muy importantes sus estudios sobre nuevos métodos para reducir el dolor en el parto utilizando opiaceos, en la época esta práctica era perseguida por las autoridades. Afirmaba que las mujeres podían no quedarse embarazas tanto por impedimentos femeninos como masculinos. ¡Toda una revolución!




Sus obras se extendieron por toda Europa, escritas en latín medieval, fueron utilizadas hasta el siglo XIX, pero siempre fueron atribuidas a un personaje imaginario, el médico Trottus (¡era imposible que una mujer pudiese ser tan sabia!) y no fue hasta finales del siglo XIX cuando por fin se le atribuyó el merecido mérito a esta gran erudita.

2 comentarios:

  1. ¡Toma ya! :)
    Agún día tú tamb estarás en los libros de historia :)

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  2. q fuerte tener q atribuir sus hechos a un personaje imaginario solo por ser mujer!
    menos mal q ahora las cosas diferentes..aunq mucho tenemos q evolucionar todadia...

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